POR MEHDI FATTAHIUpdated 2:53 AM GMT-4, November 12, 2025
TEHERÁN, Irán (AP) — Cuando Merat Behnam reunió por primera vez el valor suficiente para conducir su motocicleta amarilla por las congestionadas calles de la capital de Irán hacia la cafetería que dirige, el tráfico no era su principal preocupación.
En cambio, se preparó para las miradas desaprobadoras, el abuso verbal e incluso ser detenida por la policía por ser una mujer conduciendo una motocicleta en Teherán, algo que durante mucho tiempo ha estado mal visto por los sectores más conservadores y los clérigos en Irán.
Sin embargo, Behnam, de 38 años, se sintió muy aceptada en la carretera, y como parte de una reconsideración más amplia por parte de las mujeres sobre las expectativas sociales en Irán.
No es algo uniforme, especialmente mientras los políticos de línea dura piden que se apliquen leyes sobre el hiyab —el pañuelo que cubre el cabello— e Irán reprime a los intelectuales tras la guerra de 12 días entre Irán e Israel en junio, pero sí representa un cambio.
“Fue algo muy importante para mí”, afirmó Behnam a The Associated Press después de llegar en su motocicleta a su café un día reciente. “Realmente no sabía cómo hacerlo. Al principio estaba bastante estresada, pero poco a poco la forma en que la gente me trataba y sus reacciones me animaron mucho”.
“Expuesta al viento”
Dos cosas en el pasado impedían a las mujeres conducir motocicletas. En primer lugar, las normas policiales en el idioma farsi de Irán se refieren específicamente solo a “mardan” o “hombres” que pueden obtener licencias de motocicleta. Es una redacción muy específica de género en farsi, que en general es un idioma gramaticalmente neutral en cuanto al género.
“Este asunto no es una infracción sino un delito, y mis colegas se encargarán de estas personas, ya que ninguna de estas mujeres tiene en este momento una licencia de conducir y no podemos actuar en contra de la ley”, dijo el general Abulfazl Mousavipoor, jefe de la policía de tráfico de Teherán, en un reporte publicado por la agencia de noticias semioficial ISNA en septiembre.
Luego está el aspecto cultural. Aunque las mujeres ahora pueden tener empleos, cargos políticos y una licencia de conducir autos, desde su Revolución Islámica de 1979 el país ha impuesto una interpretación estrictamente conservadora del Islam chií sobre la conducta de las mujeres. Eso incluye la ley obligatoria del hiyab en Irán, que provocó manifestaciones masivas en 2022 tras la muerte de Mahsa Amini, quien supuestamente había sido detenida por no llevar el pañuelo en la cabeza del agrado de las autoridades.
Según las creencias de algunos clérigos conservadores y sectores de línea dura, una mujer conduciendo una motocicleta es “tabarruj”, o una exhibición excesiva de su belleza prohibida por el Islam.
“Es muy importante mantener la cobertura adecuada para las mujeres mientras conducen una motocicleta”, comentó el legislador de línea dura Mohammad Seraj a la agencia de noticias semioficial ILNA en septiembre. “Una mujer sentada en una motocicleta no puede mantener la vestimenta modesta que se espera de ella, ya que ambas manos están ocupadas con el manejo del vehículo y está expuesta al viento”.
