TAIPEI, Taiwán (AP) — Un brote del virus chikungunya en China ha llevado a las autoridades a tomar medidas preventivas, desde mosquiteros y nubes de desinfectante, amenazando con multas a quienes no dispersen el agua estancada e incluso desplegando drones para cazar criaderos de insectos.
Hasta el miércoles se habían reportado más de 7.000 casos de la enfermedad, concentrados principalmente en el centro manufacturero de Foshan, cerca de Hong Kong. Según las autoridades, el número de nuevos casos parece estar disminuyendo lentamente.
El chikungunya se transmite por mosquitos y causa fiebre y dolor en las articulaciones, similar al dengue, y los más vulnerables son los jóvenes, los mayores y aquellos con afecciones médicas preexistentes.
La televisión estatal china ha mostrado a trabajadores rociando nubes de desinfectante en calles de la ciudad, áreas residenciales, sitios de construcción y otras áreas donde las personas pueden entrar en contacto con mosquitos portadores de virus que nacen en agua estancada.
Los trabajadores rociaron algunos lugares antes de ingresar a los edificios de oficinas, un retroceso a las controvertidas tácticas de línea dura de China utilizadas para combatir el virus COVID-19.
Las personas que no vacíen botellas, macetas u otros recipientes al aire libre pueden ser multadas con hasta 10.000 yuanes (1.400 dólares) y sufrir el corte del suministro eléctrico.
