RUMBO A LA JMJ, LISBOA, PORTUGAL

Participar en una Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) es una experiencia transformadora que desencadena emociones diferentes e inesperadas, entre ellas la alegría. Son muchos los testimonios de participantes que, durante el mayor encuentro de jóvenes de todo el mundo con el Papa, viven experiencias únicas.

En el Día Internacional de la Alegría, que se celebra hoy, puedes conocer historias de peregrinos que experimentaron la verdadera alegría cristiana durante la semana de la JMJ.

Marta Bento tiene 23 años y actualmente es voluntaria en la sede de la JMJ Lisboa 2023 y miembro del Coro de la JMJ Lisboa 2023. Sin embargo, el camino de fe y la relación con la Iglesia Católica no siempre han sido una certeza en su vida. «Mis padres no son católicos ni van a la iglesia. Empecé a ir a catequesis por mi abuela, que fue mi catequista los cuatro primeros años», reveló.

Tras varias veces querer dejar la catequesis, ir a la JMJ Cracovia 2016 llega de forma inesperada. «Decidí ir porque nunca había estado en Polonia. Iba más por la gira que por la JMJ, que no sabía lo que era», explicó Marta. Con 16 años se fue con su grupo a Polonia y allí cambió todo. La experiencia comenzó con muchos miedos, pero rápidamente se convirtió en «un soplo de aire fresco». «Creo que nunca me había sentido tan feliz, pero tan desconcertada al mismo tiempo», confiesa.

Sin poder predecir el impacto que tendría la JMJ Cracovia 2016, Marta recordó los momentos en los que sintió que algo había cambiado. «Para mí el momento de la conversión es muy claro. En una de las catequesis de la mañana, hubo la oportunidad de confesarse», comenzó relatando. Aunque no tenía costumbre de confesarse, Marta sintió que ese era el momento. «Fui, me arrodillé y, en cuanto empecé a hablar, empecé a llorar compulsivamente. Sentía verdadera pena por haberlo dejado todo, por existir. En ese momento, fue como si todo lo que llevaba dentro saliera», continuó.

Marta aseguró que, a partir de entonces, la JMJ Cracovia 2016 se vivió «con más sentido e intensidad». «Es bueno sentirse amado. Allí experimenté el amor más puro de Dios. De un Dios que fue en busca de su oveja perdida», dijo la joven. «Sentí que Dios me llamaba. Estar en un ambiente tan rico como la JMJ también me ayudó a sentir que pertenecía a algo mucho más grande que yo misma», subrayó.

También Alex Ávila y su novia Eugenia Buendía, de El Salvador, vivieron un momento de verdadera alegría, camino a la confirmación de su vocación, al comprometerse en la JMJ Panamá 2019.

Alex y Eugenia se conocieron a través de la Iglesia y, según explicaron, se reencontraron «después de varios años» y comenzaron una relación. La propuesta de matrimonio llegó un año y ocho meses después. «Lo había pensado antes, porque sabía que iba a ser un momento especial. Fue increíble sentir que Dios me estaba haciendo el regalo del matrimonio», relató Alex.

Eugenia, de 28 años, «no esperaba» la propuesta de matrimonio y aseguró que comprometerse durante la JMJ Panamá 2019 «fue una alegría inmensa.» «Fue muy bonito, porque ya he hecho varias peregrinaciones y siempre le he pedido a Dios una vocación. Y justo en esta peregrinación Él me dio este regalo», dijo Eugenia.

Casados desde hace más de tres años y viviendo en Ecuador, Alex y Eugenia dejan, a menos de un mes de la JMJ Lisboa 2023, un mensaje para todos los peregrinos: «Ver el amor de Dios reflejado en el encuentro es increíble. Compartir con jóvenes de todo el mundo y ver el amor de Dios en todos es maravilloso.»

La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Lisboa 2023 contará con la Ciudad de la Alegría, un lugar donde los peregrinos encontrarán diferentes experiencias de vida cristiana y de alegría. Los peregrinos serán provocados a mirar sus propias vidas y a descubrir un camino como respuesta a Dios que llama a cada uno por su propio nombre. En la Ciudad de la Alegría, los peregrinos encontrarán la Feria Vocacional y el Parque del Perdón